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Antes de nada, quiero que te relajes. Como si estuvieras dando el primer sorbo de tu copa de vino blanco, después de un difícil día de trabajo.

Es importante que sepas, que la inversión mínima para contratarnos es de 1.750€, impuestos incluidos.

De momento, independientemente de que vayas a trabajar con nosotros o no, te recomiendo mucho leer esta página hasta el final, porque te voy a aportar ideas que posiblemente te sean muy útiles.

Ahora te voy a contar una historia de la que tenemos permiso por parte de la novia, y donde solo hemos cambiado algún detalle sin importancia para conservar el anonimato. En menos de 3 minutos, vas a descubrir cómo tener un seguro a todo riesgo de tu boda.

Parecía un día normal, una boda normal, lo de siempre.

Era julio.

Calor, de ese que asusta y eran las 11 de la mañana.

Con el GPS estábamos buscando un lugar perdido en el interior de Galicia.

Llegamos.

La primera impresión fue buena.

—¿Y la novia? —pregunté.

— Está en la habitación de arriba —me dijo un tipo que hablaba muy raro.

Ese tipo, era el jefe del catering y también el propietario de la casa. Me presenté y encajé su mano floja y recubierta de sudor frío. No me miró a los ojos, y eso, siempre me da mala espina.

Subí.

Y allí estaba la novia: nerviosa, sonriente, guapa.

El interior de la casa estaba por acabar. Cables colgando, interruptores sin poner, paredes sin pintar… Aun así la luz era buena.

Lo que me pareció muy extraño fue lo sucio que estaba todo. Había el mismo polvo que se acumula en un cementerio, el mismo olor.

Coloqué a la novia en los mejores lugares, y luego, en las fotos, parecía que estuviera en el mejor hotel de las Rías Baixas.

Tema resuelto.

Llegó el momento de la ceremonia, y no había nadie en ningún lugar. Los invitados sí, y el novio también, tímido y con ganas de que pasara el día rápido… 

Todo en orden.

Pero el “artista” de la casa en ningún lugar. ¿Quién haría sentar a la gente? ¿Quién daría las entradas? Viendo el panorama lo organizamos nosotros, sí el fotógrafo y el videógrafo.

Siempre hacemos más que fotos el día de la boda, y la verdad es que no nos importa nada tener que echar una mano en “otras cosas”. Era raro, porque sí que estamos acostumbrados a hacer estas cosas en una ceremonia religiosa pero en una civil en un pazo es bien raro…Pero lo primero es lo primero.

Algo no iba bien

Los invitados a pleno sol, y allí estaba el abuelo, con traje y con una gorra de CSI Miami. Estaba rojo y empezó a balbucear. Fui corriendo a sacarle una foto, pensé que estaba a punto de llorar, y una foto del abuelo llorando no tiene precio (o sí ).

Lo tenía en el visor… esperaba la lágrima, y él cada vez más rojo, vamos vamos, venga no pares…. y vomitó, y acto seguido se desmayó.

Joder.

Pobre hombre.

Yo estaba muy cerca y lo pude sostener antes de que cayera al suelo. En seguida, un par de invitados cogieron al abuelo y lo llevaron a la sombra, donde se despertó de repente y desubicado, como quien se despierta de una siesta de 3 horas.

El banquete se celebró en una carpa. La temperatura era exagerada, se podía freír un huevo sobre cualquier bolso de los que había encima de las mesas.

La comida no llegaba, pero lo peor es que la bebida tampoco. Y el aire acondicionado no funcionaba…

Los invitados empezaron a reclamar, y por fin un elenco de camareros salió con agua. Agua del tiempo, que en ese momento era como beber directamente de las Burgas🥵.

 —Las neveras no funcionan —susurró un camarero con voz temblorosa.

La novia, descompuesta, no se imaginaba eso. Se ve que era un catering de mucho prestigio.

De repente, aparecieron camareros con hielo.

Los invitados levantaban las copas para conseguir un cubito, como si de ayuda humanitaria se tratara. La imagen daba escalofríos tratándose de una boda.

Recuerdo que pedimos una Coca Cola y también estaba del tiempo claro. Había algún que otro hielo bailando en la cubitera, luchando por no derretirse, cuando la camarera me dice:

—Si quieres te puedo echar un hielo de estos… —me hablaba mientras cogía el hielo directamente con la mano…

—No, no, no es necesario, gracias —respondí asustada.

Entré donde el catering tenía el campamento montado y estaban acabando de preparar el primer plato. Pregunté por el jefe y una chica joven señaló con el dedo a una habitación más pequeña.

— En las neveras —me dijo con la expresión de quien traiciona a alguien.

Entré en esa habitación, y ahí estaba el artista.

En camiseta, bañador y chanclas, como si acabara de llegar de la playa y gritando con todo el personal, insultándolos a diestro y siniestro.

—Este tío tiene problemas… y graves —pensé preocupada para mis adentros.

Fui a avisar al novio. La novia estaba muy pálida, consolada por las amigas y fustigada por su madre. Él, en cambio, guardaba templanza y una leve sonrisa.

Se lo dije.

Se levantó con 2 amigos más, los tres eran armarios andantes.

No sé qué pasó ahí dentro, pero las cosas empezaron a funcionar.

El artista no apareció más. En su lugar vino su padre, el jefe de verdad, que empezó a solucionar el tema. Tenía una cara de mala leche que tiraba para atrás.

Y la boda pasó…

Antes de irme, vi una gorra de CSI Miami colgada en una de las sillas

—¿Y el abuelo? —pregunté con preocupación a un invitado.

Me dijo que estaba en el hospital pero que todo iba bien.

Al cabo de una semana teníamos las fotos listas.

Normalmente, avisamos a los novios a través de un WhatsApp, pero en ese caso llamé a la novia. Quería hablar con ella, ver como estaba y si la podíamos ayudar. No somos psicólogos, pero sí buenas personas.

Estuvimos hablando casi media hora, ella todo el rato llorando… que si denuncias, que si dinero perdido, que si mi abuelo… Me dijo que no quería ver las fotos.

—¿Cómo? ¡Las tienes que ver! —respondí sobresaltada.

—¿Por qué? –contestó.

—Porque miento muy bien.

—¿Cómo? — preguntó desconcertada.

—Mira las fotos —concluí.

Quedamos al día siguiente y en cuanto acabaron de verlas, todo había cambiado. Su voz tenía más fuerza, incluso se reía. Me dijo que “éramos unos cabrones”. Me dio las gracias no sé cuántas veces.

Quedamos a los 2 días para entregarle todo el material y ahí terminó nuestro trabajo.

Conclusiones de la boda más terrible

  1. En un mismo día hay muchas realidades diferentes. Nuestra atención está sobre esos aspectos que construyen la mejor versión. Solo eso, ya justifica cada uno de los euros que vas a transferir a nuestra cuenta. 
  2. Hacemos que el día parezca MÁS: más bonito el lugar, más guapos los primos de Málaga (que ya es difícil), el cielo más mágico… exageramos como un andaluz contando sus ligues de verano.
  3. No nos quedamos en lo superficial, vamos en busca de lo auténtico y de la intensidad. Nos gusta embarrarnos para encontrar las pepitas de oro. Nuestros reportajes podrán ser muchas cosas, pero nunca aburridos, nunca planos, nunca de los nuncas. 
  4. La invitada quisquillosa que ha ido criticando tu boda, cuando vea las fotos no sabrá donde meterse. Las pruebas (fotos) serán tan aplastantes que parecerá un personajillo salido de “Caso Cerrado”

Como lo harás igualmente, lo mejor es que te vayas al señor Google y escribas BrunSantervás Fotografía. A partir de ahí, si quieres te pones en modo detective. Pero de momento resiste la tentación, y acaba de leer la página. 

✔️ El reportaje incluye la cobertura del día de la Boda, desde las habitaciones donde os vestís hasta el inicio del baile de invitados. Nos quedamos en el baile de invitados hasta que tenemos las fotos resueltas.

✔️ Se entregan TODAS, SÍ TODAS las fotos en alta resolución donde va a ver: retratos, lágrimas, abrazos, mujeres fumando, niños corriendo, amigos riéndose a carcajadas, anécdotas, miradas furtivas, abrazos sentidos, euforia desbocada, los colores vibrantes de las flores, bailoteos, el sol de última hora filtrándose entre las hojas de los árboles, la ternura en los ojos de tus familiares, la nostalgia en la cara de los abuelos, la atmósfera, los sutiles gestos de amor en medio del ajetreo, lo perfecto, lo imperfecto, los reencuentros efusivos, las despedidas cariñosas, las ganas de compartir, miradas al cielo para recordar a los que no están… en fin, un montón de imágenes de la celebración de la vida y del amor.

✔️ También se entrega 1 álbum. Nuestro Privilege 4. 

Cuando muestres este álbum en el salón de tu casa, se hará un silencio sepulcral. Asegúrate de despejar la mesa y limpiar su superficie. Una obra de arte no se puede manchar.
Cuando abras la preciosa caja roja y saques esa hermosa pieza de 30 x 30 dividida en láminas individuales, no habrá ninguna duda entre tus amigos de que están delante de un álbum de gran personalidad.

Está impreso en papel Olin Vainilla, mate, liso de 240g/m2, que es:

1º Suave, tus dedos parecerán que se deslicen por una tela fina o que acaricien una pluma.

2º Firme, debido a su densidad y resistencia, el papel transmite solidez al tacto. Te hará sentir segura y confiada al manipularlo.

3º Elegante, al tocarlo sentirás cómo estás manejando algo valioso y precioso.

4º Natural, la textura delicada del papel te conecta con la naturaleza, aunque estés en medio de un piso en la Avenida García Barbón.

5º Se trata de un juego, donde uno reparte las cartas (las láminas) una a una y se van pasando al resto de jugadores de manera ordenada.

6º Lo podrás degustar de una forma única y diferente a lo habitual, ya que cada vez que lo veas o enseñes, la persona que lo tiene en sus manos podrá vivir una experiencia muy personal, alejando o acercando cada lámina según la necesidad visual de cada uno, invirtiendo el tiempo que estime oportuno en cada lámina, ya que mientras uno está viendo una foto, el resto estarán entretenidos con otra parte del álbum, de tal modo, que si la mesa está llena de gente, todos a la vez podrán estar viendo el álbum con calma.

7º Además, podrás colocar cada una de estas láminas en un marco en la pared de tu salón, en la habitación o en el baño, donde más rabia te dé. Tendrás piezas de arte individuales que están vivas y que podrán pasar a un nivel superior, ocupando las paredes de tu casa.

¿Cómo que ya no se lleva el vídeo? ¿Acaso es una tendencia? Claro que es importante. Te digo sólo 2 cosas: el vídeo os aporta movimiento y voz. Ya te adelanto que esto jamás lo conseguirá una fotografía. 

¿Tú tienes el vídeo de la boda de tus padres? ¿Te gustaría tenerlo? Pues claro, ¿a quién no?

Te cuento muy brevemente cómo es nuestro vídeo de boda para acabar de convencerte (o no). Lo dividimos en 2 partes, bueno, mejor dicho, vais a recibir 2 vídeos:

1º- Resumen de 30 minutos donde se mezclan imágenes con sonido ambiente con otras donde ponemos música tipo videoclip. Vamos, lo que te da para que tus colegas mojen la galleta (o el churro) en el café y digan: ostia! ¿ya acabó el vídeo?. Si quedan con ganas de más esto es cojonudo! Aquí le puedes poner el segundo vídeo.

2º- Versión extendida de lo que pasa en el primero. Lo tendréis todo. Un ejemplo: si tu hermana, que te conoce desde que naciste, que te cambió los pañales y que te ayudaba en los exámenes, se curra un discurso de 15 minutos, sí 15 minutos. Un inciso, ya sé que estás pensando ahora mismo: “si hace un discurso de 15 minutos la mato, 3 palabras: LA MA TO!!! Pues no querida, no la vas a matar porque cuando pasen 30 años de ese momento y ya no la tengas a tu lado… querrás tener esos 15 minutos y mucho más.

Bien, ¿qué haríamos en este caso? En el vídeo resumen tendrás un trocito de la lectura de tu hermana y en el segundo vídeo tendrás la totalidad. Así con todos los momentos. De este modo, vosotros decidís qué enseñar y a quién. Lo tendréis todo, todo, todo.

También tenemos dron, confesionario, fotoloco y muchos otros extras que podrás contratar a lo largo de los meses previos a la boda. Pero no te quiero liar mucho ahora con esto. Lo principal es que no te distraigas y que te centres en lo importante (foto y vídeo).

 ¿Cuándo se paga?

Dividimos el pago en 3 partes:

1º- 300€ para reservar la fecha en concepto de adelanto.

2º- La semana de la Boda, el restante menos 300€ que se dejan para la entrega.

¿En cuántos días vamos a tener las fotos?

En cuanto vengáis del viaje de novios ya concertamos una cita por vídeo llamada para enseñaros las fotos y seleccionar las que os gustan para el álbum. Durante este proceso os estaré acompañando a los dos, sí, no os preocupéis que no estaréis solos, yo estoy con vosotros en la selección de fotos, que es un momento muy divertido donde siempre contáis alguna que otra anécdota del día: que si la abuela Carmen os dio el sobre justo en medio de vuestro baile de novios, que si hubo lío entre Marcial y Julia, que la tía Virginia se cogió un pedal del quince…vamos, lo típico que pasa en las bodas.

En ese momento ya os anticipamos un pase de diapositivas con música, ideal para enviar al WhatsApp a vuestros invitados y en una semana como mucho, tendréis todo el trabajo en casa.

Decidas lo que decidas, espero que hayas pasado un gran rato y, sobre todo, que te lleves grandes ideas para tu boda.

Somos Ana Santervás y Borja Brun.

Puedes ver nuestro trabajo pinchando aquí: www.brunsantervas.es

Si nuestros servicios te gustan pero no te encajan en el presupuesto avísame que te paso el contacto de otros compañeros más baratos.

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